Cuestiones de IDENTIDAD
Libertad religiosa

 

Fuente: La Republica del 13/07/2001 (Por Rodrigo Montoya, desde Barcelona)

DESAFIOS PARA TOLEDO:   Libertad religiosa en serio

....Es en el tema religioso en el que se presenta con mayor transparencia el problema de la democracia incipiente en el Perú. Los discursos hablan de una libertad religiosa en el país, pero en la práctica es la iglesia católica la única que tiene entera esa libertad. Debiera estar fresca aún la memoria de lo que ocurrió hace un par de meses cuando el candidato Toledo y su esposa pidieron que los Apus lo ayuden en su camino a la Presidencia de la República. Los católicos apostólicos limeños y peruanos dirigieron su grito al cielo. "¿Cómo es posible que una señora extranjera hable de los Apus?". El candidato que habla de esos Apus sería un premoderno, un arcaico sin remedio. Los católicos sí tienen el derecho de mencionar a su Dios cuando quieren y de hablar de sus encuentros con las vírgenes y de haber oído la palabra de Dios indicándoles el camino a seguir. Los otros no.

¿Quiénes son los otros? Precisamente los de la metáfora todas las sangres. Hay en el Perú cincuenta culturas y lenguas y varias religiones. Los Apus y la Pachamama tienen una historia milenaria, anterior a los Incas, pero se trata de dioses invisibles, clandestinos, subterráneos, negados por los católicos militantes fanáticos de la intolerancia, y también con la violencia del siglo XVI, por las sectas cristianas protestantes. Los dioses son en el mundo y en le Perú muchos, diversos y diferentes. Precisamente gracias a la modernidad la idea de "un Dios único y verdadero" carece de sentido alguno y la montaña etnográfica producida por la Antropología en el mundo nos ha enseñado que no hay dioses verdaderos o falsos, mejores o peores, superiores e inferiores, sino, simplemente, diferentes.

Realizar el ideal de libertad en materia religiosa significa en el Perú cuestionar y acabar con los privilegios de la iglesia católica. Sería extraordinario que el Concordato firmado, en secreto, entre el Vaticano y el gobierno del General Morales Bermúdez, en el último día de su gobierno, sea enteramente revisado y públicamente discutido en el Congreso y en todas las instancias de lo que se llama Sociedad Civil. ¿Por qué el Estado debe pagar salarios a los curas y por qué el Arzobispo de Lima tiene un salario equivalente al de un ministro? Los que pagamos impuestos tenemos el derecho de saber qué se hace con el dinero del Estado. ¿Hay o no planillas exclusivas para la iglesia católica?

Me parece oportuno discutir el argumento de la mayoría aritmética de la población católica en el Perú. Se dice "El Perú es católico", así, a secas, negando la existencia de otros dioses, otras religiones y otros universos espirituales. No tenemos estadísticas serias sobre creencias religiosas, sólo la aparentemente incuestionable mayoría católica.

Hay sin duda una condición católica claramente mayoritaria derivada del bautismo, otra mucho menor de lo que se llama "católicos practicantes" y otra, menor aún, de lo que se denomina "católicos auténticos" en tanto son coherentes en lo que dicen y hacen. También es visible el notable crecimiento de las sectas cristianas protestantes en detrimento de la propia iglesia católica.

Es en el terreno de las educación en el que la iglesia católica ejerce un control extraordinario tanto en sus escuelas, colegios y universidades privadas como en las escuelas y colegios estatales. Invito a los lectores y lectoras a revisar los textos oficiales del actual Ministerio de Educación. Se enterarán de que sólo es tomada en cuenta la religión católica y ninguna otra. Hay, en los hechos, una clara contradicción entre el discurso de una educación democrática y una práctica de intolerancia plena frente a otras creencias en el país.

Un gobierno de "Todas las sangres", anunciado por Alejandro Toledo, significaría:

1. Establecer la libertad de creer y de no creer.

2. Separar al Estado de la Iglesia Católica, que en los hechos siguen siendo una unidad como en el siglo XVI.

3. Poner en discusión pública el Concordato vigente con el Vaticano.

4. Introducir en los textos de religión de las escuelas y colegios las diversas religiones del país, en particular la andina de los Apus y la Pachamama, con todos sus derechos.

5. Reconocer espacios sagrados para que quienes creen en los Apus ejerzan su derecho.

Lo ideal sería que la formación religiosa se haga en los templos de todas las religiones, en las casas de los creyentes y no en las escuelas y colegios. Pero este viejo ideal de la modernidad sigue siendo aún muy lejano en el Perú de hoy. Es prácticamente una realidad en varios países europeos, felizmente. El horizonte es ese, aunque el camino sea muy largo.

 

 

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